miércoles, 18 de enero de 2012

PUNE FALLIDO, AURANGABAD, ELLORA Y AJANTA

Entrada a Ellora
Llegamos a Pune antes de lo que esperábamos. El pronóstico de llegada era para las 8:30. Eso quiere decir que tras dormir, de mala manera en el autobús, puedes ir a desayunar y hacer tiempo hasta las 11 que es cuando se vacían los Guest House y buscar con tranquilidad una habitación. El problema llegó cuando llegamos a las 4:30 y era tan de noche que incluso la gente que duerme en la calle seguía durmiendo y hay que decir que son los primeros en ponerse en movimiento. Bueno, ellos y los de los tuc tuc que siempre hay alguno esperando en la parada para hacerte entender que es el único que está despierto a esas horas en todo el plneta y de paso crujirte con el precio.



Templo de Ellora, interior
Habiamos pillado unos asientos en autobús jugándonosla un poco. Normalmente nadie quiere la última fila porque los asientos no se reclinan del todo y no tienen reposapiés. El rollo está que si por casualidad no hay nadie más en esa fila te puedes tumbar a lo ancho y eso es genial. Tuvimos la suerte de que no hubiera nadie a pesar de ir el autobús lleno. La faena fue que los asientos que nos tocaron tenían un hierro entre los asientos para reclinar lo justo el respaldo. Fue un poco incómodo pero llegamos a encontrar la postura para dormir lo necesario.
Nos levantaron a las 4:30 al grito de "Pune Pune!!!". Nos despedimos de una pareja de chilenos muy majos que había en la fila de delante. Bajamos todavía en fase REM y no nos habíamos colocado las mochilas cuando el tuctero carroñero se echó sobre nosotros.

Nos dijo que no había más tuc tucs a esa hora, que estábamos a 45km del centro y que si queríamos ir nos cobraba 600 rupias!!!!!!!. 45 kilómetros, 600 rupias... eso es una locura total. La calle estaba negra como el sobaco de un grillo y el autobús se alejaba en el horizonte oscuro de la calle. El tuctutero fantasma continuaba con su oferta mientras yo le decía que ese precio era carísimo. "Menga, menga", menga es caro. Además no sabíamos que íbamos a hacer ya que no podíamos llamar a Dolby no conocíamos Pune.


Gala mirando desde
la puerta

En plena discusión en la que estábamos a punto de aceptar algo apareció un hombre con aspecto de profesor de universidad justo a nuestro lado. Le pregunté si había autobuses a esa hora. El tuctutero llegado del infierno nos había dicho que no. En ese momento el tuctutero veloz, rápido como un rallo y de salto gracil y armonioso se introduce en su tuctuc de la muerte y sale como un cohete. La jugada le había salido mal y el ángel de la guarda que allí apareció le decía algo en hindi mientras levantaba un brazo. Nos miró y nos hizo un gesto como diciendo "os ha intentado engañar". Nos dijo que había autobuses y que él iba a por uno, también nos dijo que por ese trayecto no se cobra más de 150 rupias porque apenas había 6 kilómetros hasta el centro. Fuimos con él atravesando calles que empezaban a verse con algo de movimiento. Andamos unos minutos y llegamos a la estación. Allí, con su ayuda cogimos otro tuc tuc con la intención de meternos en un Guest House y dormir lo que nos faltaba. El tuc tuc que nos consiguió por 150 rupias nos llevó de mala gana a ver algún Guest y tras unos cuantos intentos en los que nos dijeron que o no admitían a guiris o no admitían menos de 800 rupias decidimos que nos dejara en la estación de autobuses y de allí coger un autobús hasta Aurangabad. Ciudad que se toma como campo base para visitar Allora, a 23 kilómetros, y Ajanta, a 105.
Llegamos a Aurangabad a eso de las 11 de la mañana. Habíamos subido en el autobús en Pune a las 6 de la mañana. Nos hicimos de un Guest House al segundo intento. Nos metimos en el Pushpak. Un Guest House con dos edificios. El caro y el barato, este último el nuestro. El del tuc tuc, otro de tantos, nos intentó convencer para llevarnos a Allora en ese momento, al día siguiente estarían cerradas, nos cobraba 350 rupias por cabeza, entradas aparte. Le dijimos que no, que estábamos cansados y que preferíamos dormir. Habíamos pasado 16 horas viajando. La cosa es que nos dimos una ducha, de las que sale el agua por arriba y no es con cubos, y recuperados como dos gacelas en el Serengueti nos fuimos a la estación de autobuses para pillar un autobús que nos dejara en un fuerte que está a 16 kilómetros.
Allí que nos fuimos. En la estación buscamos y preguntamos como ir al dichoso fuerte y parecía todo un poco lioso. El autobús te dejaba en otra localidad y había que coger allí otro autobús. En otro momento lo habríamos hecho pero estábamos un poco cansados. Así que nos cogimos otro autobús que nos dejaba en las puertas de las cuevas de Allora.
El autobús nos costó 48 rupias por cabeza y la entrada a las cuevas 250 rupias. Este es un precio estandarizado en toda India para entrar en fuertes, ruinas o templos grandes y famosos. Ellos pagan 10 rupias, ellos son los indios de India. Las cámaras de video cuestan 50 rupias y las cámaras de fotos aquí eran gratis, aunque normalmente se paga por ella otras 50.

ALLORA
Las cuevas de Allora son un lugar muy curioso. Se encuentran paralelas a la carretera, a unos 200 metros de donde te deja el autobús. Pagas y a dos metros un hombre te corta la entrada. Esto también es muy típico, siempre hay gente trabajando en trabajos que son prescindibles ya que si el mismo que te vende la entrada te la corta y te da paso se ahorrarían a otro. En fin, esto es normalísimo. Lo raro es que no tuvieran a uno que cogiera la entrada se la diera a otro que la mirara por ambos lados y se la pasara a un tercero que te corta la entrada. Eso es lo más normal aquí.
Interior del templo principal hinduista

Elefantes bajo el templo
Las ruinas de Allora siguen una linea recta aunque con desniveles. Son cuevas artificiales, echas hace un montón de siglos, creo que alguna es del siglo VI. La montaña en la que están estas cuevas es de roca pura. El primero de los templos es el número 16 y está considerado el templo tallado en roca más grande del mundo. Es sencillamente espectacular. Se pasa una pequeña puerta tallada y se da a un patio interior de la montaña. Allí se puede observar un templo de enormes proporciones que descansa sobre varias decenas de elefantes tallados. A los lados y en la puerta dos elefantes enormes guardan la entrada. Este templo está rodeado por enormes columnas que dan a una especie de claustro esculpido en la roca.



M'as elefantes
En esta construcción no se han puesto piedras o ladrillos, se ha eliminado la piedra sobrante. Las tallas que posee son de una belleza y de un acabado sublime. Este es un templo Hinduista. Es el más visitado por los indios y por consiguiente el menos tranquilo de todos. Los visitantes indios corren y gritan por todos lados, siempre hay algún colegio allá a donde vamos. Es curioso verlos pasar a nuestro lado, se giran todos y cuando uno saluda saludan todos los demás con la sonrisa en la cara, son geniales.
 
Interior de otro templo, este budista.

De ahí nos fuimos a ver los templos budistas, son los que van del 1 al 15. Estaban bastante currados, nada como el primero. En estos destacaban las tallas de buda y las bóvedas esculpidas en el interior de la piedra. Estábamos bastante cansados. Gala se animó con el último. En ese me quedé sentado en las escaleras principales esperando que llegara algún indio con el que hablar. No podía subir una sola escalera más. Allí aparecieron dos colegas con un casco. Uno era profesor y el otro analísta médico o algo así. Me leyeron las manos y me auguraron más pasta que un torero. Una enfermedad de la que me curaría y no se que más. Prefiero que no acierte ninguna si van juntas.



Con unos coleguitas en el templo
Nos despedimos de aquellos chavales y nos fuimos, personalmente con la intención de no ver ni un solo templo más. Nos quedaban 18 templos Jainistas. A mi estos tipos no me caen bien, bueno, no es verdad, no los conozco, simplemente mis piernas se negaban a dar un paso más y mi cabeza me decía basta. Gala no se animó a ir sola mientras yo le esperaba con "un coca cola" así que nos pillamos el autobús de vuelta a Aurangabad. Cenamos y al sobre.







Esta mañana nos hemos levantado con intención de ir a Ajanta. La guía dice que si hay que elegir entre Allora y Ajanta es mejor ver Allora. No hay que hcer ni puñetero caso a las guías. Si vienes a Aurangabad no te pierdas ninguna de las dos bajo ningún concepto, no son comparables.








AJANTA
Nuestro autobus adelanta a un camion que a su vez adelanta a otro camion en una carrretera de doble sentido en
medio de una curva ciega, la locura total!!!!!

Entrada a Ajanta

Llegar a Ajanta es un poco rollo y en general sale caro. Van a tener razón los de la guía. Nos acercamos a la estación de autobuses pagando 35 rupias a un tuctutero novato que no hablaba nada de inglés. Nosotros a su lado parecíamos del mismísimo centro de Birmingam.






Vista de las cuevas
En la estación nos subimos en el autobús de Ajanta. Pagamos por cabeza 92 rupias. El trayecto se hace pesado y aunque te dicen que son dos horas al final son casi tres. Llegamos a la entrada de Ajanta. Aquí son de lo más cuco que te puedas imaginar. Entrar en el recinto te cuesta 7 rupias. Eso te da derecho a entrar en la zona de tiendas por la que tienes que pasar si o si, compres o no compres. Una vez te han dicho un par de tipos que pases por la tienda 48 y 45 en lo menos 40 ocasiones te dejan subido enun autobús que cuesta otras 7 rupias por cabeza. Según llegas a la entrada te dan la estocada. Precio estandar 250 rupias, las cámaras de foto gratis.
Casi salimos de allí dando las gracias!!.

Buda tumbado
 

El autobús, que coges porque no hay otra opción, te deja en la segunda entrada, la definitiva. Aquí te cobran si quieres linterna y como estábamos hartos de pagar pasamos de pillarla. Todo un error, si vais a Ajanta pillar linterna, merece la pena.








Interior de templo, otro mas!!
Ajanta es un paraje natural. Las cuvas se encuentran esculpidas de manera artificial en el siglo VI, en la curva exterior de un meandro. Las paredes de este cañón del rio miden en torno a 25 metros más o menos. No se lo que dirán las guías pero seguro que la medida que dan es en torno a los 70 metros o algo así. No son tan altas. La piedra es oscura y el conjunto se compone de unos 20 templos budistas en su mayoría. El camino que transcurre entre ellos deja a un lado el rio que en esta época del año va seco como la mojama. A la derecha las entradas de los templos y un olor a disolvente en el ambiente.



Las mejores tallas de India, para mi.
Las cuevas fueron descubiertas por un inglés, creo que se llamaba Philip Smith o algo así. Eso fue en el siglo XVII y el notas firmo su azaña en uno de los templos, en una columna. Nombre y fecha que solo se ven con una linterna. Yo me aproveché de la de unos guiris y lo vi. Durante muchos años los indios han estado haciendo lo mismo en las paredes laterales de este templo y en la actualidad estas paredes están llenas de garabatos y nombres, todo ello sobre unas pinturas increiblemente bellas. Las autoridades han decidido protejer estas pinturas y sus paredes, para ello han acristalado los rayones hechos por los indios. Esto no lo digo yo, esto me lo ha contado la guardiana del templo, una señora muy simpática que cuando me contestó a la pregunta y seguido me pidió rupias, al decirle que no, se dio la vuelta a mala leche. En definitiva, el grafiti o litograbado del descubridor está que no se ve y el resto acristalado. Anda que no se podía haber puesto un cordón para evitar el paso y arreglar todo eso como están haciendo en otros sitios de Ajanta. En fin... India.
Hay un puñado de templos pero se ven mejor que los de Allora, el paisaje es más bonito y hay algunas pinturas y tallas que son impresionantes. En conjunto este puede que sea más bonito.

Porteadores, santos huevos
Existe la posibilidad de que unos porteadores te lleven por todo el complejo de templos por unas módicas 300 rupias, es increible que haya gente que contrate este servicio. Cuatro tipos te llevan de lado a lado. Si les tiras de una oreja van más rápido si les tiras de otra frenan. No, esto no es verdad, ya es suficiente humillación que te lleven en volandas como a un Majarajá. Que no hay que andar tanto!!.




Tras ver los templos y terminar en el que tiene uno de los budas tumbados más grandes del mundo nos fuimos al otro lado del rio cruzando un puente lleno de monos cabrones que no paran quietos. Hay uno, al que le falta un brazo y tiene una herida en la espalda de cuidado, que pega unos saltos de alucine.


Burrada de vistas

Una vez se sube una escalera se accede al mirador. El mirador en si es un poco ful, lo bueno es irse un poco más allá y ver el paisaje que es ajeno a las cuevas. Es un pequeño paraiso escavado en la roca por el agua. Resulta curioso, para realizar los templos tuvieron que sacar toneladas y toneladas de piedras. Lo que ha escavado el rio en la roca es inmensamente superior, durante miles y miles de años, dejando un paisaje espectacular. Desde arriba se pueden ver pájaros de todos los colores así como la continuación del rio en su parte más alta en forma de escalones que ahora no llevan agua.



A leches para subir al bus

Salimos de allí, cojimos de nuevo el autobús, por el que te vuelven a cobrar, para llegar a la entrada del mercadillo. Allí nos esperaban los de la entrada para visitar el puesto 45 y 48. Allí fuimos por no hacer el feo tras asegurarles que no compraríamos nada. Nos pidieron por un collar de ojos de tigre 700 rupias. Una maravilla de collar. Le dije que no tantas veces como rupias me pedía y terminó tirando el collar sobre la mesa de mala hostia mal humor. Le dije que en mi inglés que tenía muy mala leche. Nos fuimos y cuando volvió detrás nuestro me pidió 200 rupias. Eso era un muy buen precio pero me había tocado la moral tirando el collar y le dije que no. "My friend, i say no!!!!, you understand me?, thanks" Así terminó la conversación tras una larga persecución. Terminamos en la parada del autobús en medio de la nada. En frente nuestro un autobusero con su autobús de aire acondicionado nos pedía 150 rupias por cabeza y hasta la saciedad le dije que nos íbamos en el público que era más barato. Al final y tras mucho insistir nos montamos en su autobús por el mismo precio que el que íbamos a coger. Fue suerte y cabezonería.
Volvimos a Aurangabad justo a la hora perfecta para cenar, a eso de las 8 de la tarde.
Mañana es posible que hagamos un movimiento a otra ciudad, no sin antes ver que pasa con el adsl que tenemos que está como las maracas de Machin, unas veces va como un tiro y otras da una pena... Ahora no hay conexión, así que esto lo colgaremos mañana.
Bueno, pues para no haber pasado nada ha sido un post muy largo, así que cansados nos vamos a dormir un rato para mañana a las 8 estar en movimiento.
Saludos a todos, familiares y amigos. Como siempre un saludo especial a Pilar, nuestra tercer componente de este viaje a la que echamos mucho de menos, un besazo a todos. :)
Punkiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!!!!! ;)
Chapatiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!!!!!!!!!!!!
Leuk leuk leuk!!!!!!
Namasté mira dost!!!!!!!   ;)

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